SÓLO SOMOS JUGADORAS DE FÚTBOL
El camino recorrido por el fútbol femenino canario, ha sido largo y no falto de obstáculos y dificultades, pero gracias a la dedicación de las propias jugadoras, padres y madres, entrenadores/as, directivas y el público siempre fiel, se ha conseguido lo que tenemos hoy en día.
Las jugadoras más jóvenes no recuerdan, incluso no sabrán, cómo fueron los inicios del fútbol femenino en Canarias, y más concretamente en Gran Canaria, con la primera edición de la primera liga, llamada Liga Interbarrios, totalmente ajena a la Federación de Fútbol de Las Palmas, creada por entrenadores/as y directivas comprometidas con el fútbol de las chicas. Esta liga estuvo formada por tan sólo seis equipos, que se remonta a finales de los años 90’, cuando muchas de nuestras grandes futbolistas de hoy en día aún no habían nacido; cuando en ese entonces era impensable que llegaran haber tres ligas: Superliga, 2ª división e Interinsular, y menos aún con una liga exclusiva para la categoría infantil.
El deseo de escribir este artículo es para recordar, que sólo somos jugadoras de fútbol, que amamos este deporte y a pesar de los inconvenientes, que siempre ha habido y habrá, seguimos jugando, porque es nuestra ilusión. No somos jugadoras de la Liga BBVA, que cobramos millones o han pagado por nosotras otros miles; entrenamos aún cuando estamos malas, acudimos los sábados recién salidas del trabajo y coger un avión, otras dejan a sus hijos y resto de familiares para estar con su equipo. Es toda una labor y un sacrificio humano que no se ve, es un trabajo invisible, que históricamente siempre ha caracterizado a la mujer, especialmente cuando está dentro de la práctica del deporte; y esto ocurre en todos los clubs, no hay distinción entre unos equipos y otros, o entre una isla y otra, es una circunstancia común que tenemos todas. Parece que no podemos tener un partido malo, a que no salgan bien las cosas, no nos podemos permitir tener una mala temporada, por si el club nos da de baja…es tanta la presión que, a veces, no nos damos cuenta que lo que practicamos únicamente es deporte, deporte con divertimento y con ilusión de encarar el próximo partido, con respeto, competitividad y deportividad, a saber aceptar la derrota y saber llevar la victoria.
Por ello y para finalizar, decir que somos unas privilegiadas de poder seguir practicando el deporte que más nos gusta, que muchas no pueden y se han quedado por el camino, que sólo dentro del campo somos rivales y rivales deportivas, fuera del terreno de juego somos compañeras, porque vivimos las mismas situaciones, y porque nos necesitamos unas de otras, si no no habría liga, pues TODAS Y TODOS aportamos nuestro granito de arena para que el fútbol femenino canario siga creciendo y nunca deje de hacerlo.
Artículo escrito por Patricia Glez., Jugadora de la UD Las Torres y antigua jugadora del CD Rayco.
